lunes, 28 de enero de 2013

GDT

Que estas ganas de ti deben ser ilegales. De estrujarte hasta que no te quede aire, de comerte para que no quede ni una pizquita de ti que pueda antojársele a nadie. Estas ganas de recorrerte y de desgastarte a lametones. Esta necesidad tan boba de que me mires de frente, de que me beses durante horas, de que me digas de todo y todo muy bajito. Estas ganas de caer rendida y acomodarme en tu regazo y pasar ahí lo que me quede de noche. Estas ganas de dormirme mientras mis sueños van de arriba a abajo, a compás con tu respiración, cómplices de la magia que nos envuelve. Estas ganas de seguir tan cerca de ti que no sé dónde acabo y dónde empiezas; de confundir realidades, de vivir en nuestro mundo, de despertar en cinco. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario