
Me gusta cerrar los ojos e imaginarte en el pasillo, y que todavía la gente me pregunte si sigo contigo. Me gustan tus besos cuando es cinco, y el frío gélido de todos los diciembres. Me gusta mi cumpleaños cuando estás cerca y me gusta el día que naciste. Me gusta que te guste el trece y que hayas terminado cogiéndole cariño a Yago.
Me gusta que te esfuerces en hacerme reír y me gustan tus cosquillas. Me gusta cuando me retuerzo en tu cama después de haberte metido prisa y vienes y me abrazas. Me gusta tu mirada cuando crees que no te miro, y me gusta que me observes cuando piensas que me he dormido. Sí, me gusta dormir contigo. Me gusta tu beso de buenas noches y que me acaricies por la mañana.
Me gustan tus ojos y lo que presumes de ellos. Me gusta como me miras, siempre. Me gustan los viernes, y los veinte segundos que dura tu ascensor. Me gusta discutir por la luz mientras me acerco a apagarla y encontrarte sin problema instantes después. Me gusta que me susurres todas esas cosas que ya sé al oido.
Me gusta cuando me invitas a cenar y cuando dejas que te invite al cine. Me gusta que seas capaz de zamparte el menú del kebap o la mitad del Mac y que siempre termines ofreciéndome una alita de pollo para que yo pueda quejarme de que nunca me escuchas.
Me gusta conocerte, y tu cara de pato. Me gusta que me hagas la cena y que te quejes de mis burritos. Me gusta compartir el sofá contigo y la cama con tus mil manías. Me gusta tu nik y todas esas canciones que me obligas a escuchar con la escusa de que te recuerdan a mi. Me gusta confundir mi móvil con el tuyo y el fondo de pantalla de ambos.
Me gusta como queda tu nombre en mi pantalla y me gusta que me sorprendas a mitad de la tarde. Me gusta cuando son las siete y veinte de los martes y los jueves. Me gusta despertarte y saber que volverás a dormirte y me gusta que tu voz sea la última que escucho cada noche.
Me gustan nuestros viajes en tren y terminar sentada encima de ti aunque estén todos los asientos libres. Y me gusta como me río cada vez que me avisas de que te puteará la máquina, y tu cara de "ves?" cuando finalmente no te admite el billete. Me gusta lo distinta que parece Valencia cuando estamos juntos y tus caras cuando pido entrar a una tienda más.
Me gustan nuestros días en la playa, y tu extraña capacidad para llenarme de arena siempre que sacudes la toalla. Me gusta comer pizza barbacoa contigo y tu extraña afición por llenar el plato de patatas fritas. Me gusta cuando tardamos más de lo normal en fregar los platos.
Me gusta cuando me coges la mano y cuando me resguardas de todo el frío que hace en la calle. Me gusta cuando vienes mojado de la cabeza a los pies y te quejas, y sonríes, y me besas. Sí, me encanta que me beses.
Me gusta que estés ahí cuando te necesito y que quieras estar cuando me hace falta. Me gusta que seas fuerte cuando yo estoy hundida. Me gusta que te inventes mil y una maneras de prometerme que todo irá bien y que me recojas las lágrimas a besos. Me gusta cuando después de estar una semana extraño e insoportable vienes y me das las gracias por haberla pasado contigo. Me gusta saber que cuentas conmigo.
Me gusta que me partas las chuches por la mitad, y que siempre compres un chicle de fresa para regalármelo. Me gusta tu capacidad para acoplarte a mis horarios y en el fondo me gusta cuando pides perdón por llegar tarde. Me gusta cuando me copias letras de canciones en el messenger y todas me recuerdan a ti.
Me gusta tu cara cuando te enfadas, y cuando ya no eres capaz de aguantar más con tu enfado. Me gustan tus gestos, y tus manos, y peinarte cuando se te ha olvidado la utilidad del cepillo.
Me gusta despertarme a tu lado y que me traigas la leche. Me gustan tus regalos y mirar tu foto antes de irme a dormir. Me gusta preguntarte si está tu madre cada vez que lleno a tu rellano, y bajar contigo las escaleras después. Me gusta pasearme Massanassa muy cerca de ti, y ver la cantidad de sitios que han visto alguno de nuestros abrazos.
Me gustan los pinos, y nuestro banco. Y me gusta recordar que me prometiste vivir cerca del tren. Me gusta como te quejas de mis bobadas y como alfinal terminas entendiendo un poco su gracia.
Me gusta recordarte, escribirte mensajes, pensarte. Me gusta despertarme y saber que te veré y me gusta ver como cada vez está el viernes más cerca.
Me gusta nuestra historia, nuestros momentos, tus silencios. Me gusta que me entiendas. Me gusta ser la única que entiende que significa Enana, y me gusta tener mil formas de llamarte. Me gusta cuando pronuncio tu nombre y no me hace falta decir nada más porque ya lo sabes todo.
Me gusta nuestro juego de insultos, nuestras apuestas.
Me gusta que me abraces muy fuerte. Me gustan tus besos de gnomo... Me gusta que me hables muy cerca del oido. Me gusta esa pared de los pinos.
Me gusta cuando me hablas de los nanos e ir a verlos de vez en cuando. Me gusta recordar las mañanas en el poli. Me gusta ir al cine contigo, hincharnos a roses y no soltarte la mano sea la película de miedo, de risa o de tiros.
Me gusta contar los segundos que pasan entre que te conectas y me saludas, y no llegar ni al siete nunca. Me gusta ver como se nos hacen las tantas colgados del teléfono. Me gusta hacer cosas contigo. Me gusta como tiembla el suelo en marzo y me gusta ver como siempre me dejas ponerme delante cuando toca ver las mascletá o cualquier castillo. Me gusta como te encanta el olor a pólvora.
Me gusta estar contigo mientras ves un partido del barça, y me gusta lo feliz que estás cuando gana. Me gusta cuando te ilusionas, por cualquier bobada.
Me gusta que me beses, que me recorras sin prisa. Me gusta recordar lo rápido que terminaste con mi vergüenza. Me gustó aquel lunes de junio.
Me gusta cuando abro el cajón y me pongo tus calcetines. Me gustó aquella lluvia de estrellas y todo lo que hiciste por mi ese verano.
Me gusta que se haga de noche a tu lado y marearte con lo preciosa que está la luna una noche cualquiera.
Me gusta darle vueltas a mi esclava como si no supiese de memoria la fecha que tiene grabada. Me gusta escribirte cartas que nunca te doy, o llenar mi agenda con frases ñoñas que me recuerdan a ti. Me gusta escuchar nuestras canciones. Me gusta cuando dices que me echas de menos.
Me gusta escuchar a la gente decir que me quieres y me gusta cuando te lo pregunto y me contestas que no. Me gusta tu pelo y cuando vienes a hacerme compañía a las ocho de la mañana, llueva o haga un frío que pela.
Me gusta amarte, y me gusta que me ames. Me gusta recordártelo y que tú no me dejes olvidarlo nunca.
Me gustas. No... ¡tú me encantas!